¡Descubriendo Zaragoza! "El Castillo de Miranda"

Buenas tardes queridos lectores:

Siento haber tardado un tiempo tan largo en publicar una nueva entrada, pero aquí está, una nueva edición de descubriendo Zaragoza.

Hoy en particular, quería hablar de algo que, en si, me parece importante. Importante como historia curiosa de Zaragoza, hablaremos del Castillo de Miranda. Puede o supongo, que muchas personas igual no conocen la historia de este sitio, aunque actualmente está en unas condiciones bastante lamentables, a lo largo de la historia ha ido representando diversos papeles. Su emplazamiento no es otro que en los galachos de Juslibol, pero aunque muchos han ido a visitar este sitio, igual no se han dado cuenta de su presencia, ya que se puede ver desde tierra solamente desde los montes que bordean el galacho o desde los lagos que lo conforman. También puede ser debido a que con el paso del tiempo ha ido adoptando el color de la montaña, lo que le proporciona un mayor camuflaje.

Originalmente, el Castillo de Miranda es una fortaleza medieval española, la más elaborada de las menores fortalezas cercanas a Zaragoza. El Castillo, junto con otras pequeñas fortalezas, fueron diseñadas como linea ofensiva, y dada su situación, tenían gran ventaja, ya que desde el emplazamiento se podía ver un amplio territorio.

El origen de toda la historia comienza en un asentamiento en el Cabezo de Miranda , se trata de un pueblo sedetano, en el que se data que vivió una pequeña comunidad de la 1ª edad de Hierro, según pudo revelar una investigación en unas cerámicas halladas en el emplazamiento. El poblado, delimitaba la frontera entre los sedetanos y los vascones, y se data que pudo llegar a tiempos de Cesar Augusto, claro que, una vez perdido su valor estratégico se fue transformando poco a poco en un pueblo fantasma.

Más tarde, en la alta Edad Media, el poblado pudo volver a ser habitado por los musulmanes. De ser así, esta cultura fue la que construyó una pequeña fortificación en el cabezo. Más tarde, tras las campañas de Pedro I en los siglos XI y XII los cristianos fortificarían el castillo con parte de la estrategia para reconquistar la Zaragoza de la época. Tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I el batallador el 18 de Diciembre de 1118, quien en 1134 entrego la población y el castillo a los Garcés y luego en 1160 paso a pertenecer al obispado de Zaragoza por donación de Ramón Berenguer IV. A partir de entonces se convirtió en un castillo con valor señorial, más tarde volvió a la realeza y el 1323 Jaime II lo vendió al Arzobispado de Zaragoza. A partir de entonces, se perdio toda la documentación del poblado y del castillo, probablemente por las incontables muertes producidas por la peste negra, lo que significa que desde entonces ha estado en constante abandono. En un momento posterior, el castillo se transformó en la ermita de la Virgen de Miranda, que siguió en uso hasta mediados del siglo XIX, y entonces volvió al abandono.

A partir de entonces, el castillo ha sufrido un constante deterioro por el vandalismo de las ruinas, además a partir de 1970, se vio en la zona de prácticas militares de San Gregorio, lo que lo deterioró más.

Actualmente, es un caso más de patrimonio histórico aragonés en peligro, espero que algún día hagan algo por solucionar esto. Pero aun con todo, este histórico emplazamiento ofrece unas hermosas vistas gracias a su localización, de a continuación unas cuantas fotografías tomadas por mí mismo, en el pie de foto pondré algo de información.

Muchas gracias por leer esta entrada.